lunes, 18 de junio de 2012

¿Cómo fortalecer el compromiso laboral?

Son muchas, muchísimas las empresas que sufren la falta de compromiso e interés por parte de su equipo de trabajo y esto resulta más crítico cuando se trata de una Pyme... sin embargo, ¿qué hace la gran mayoría de propietarios y gerentes de pequeñas empresas para intentar resolver esta situación? ¿Cuáles son las soluciones más comunes y con frecuencia, la únicas que se emplean?... DINERO, DINERO y DINERO.

Aún son muchos los propietarios y directores de Pymes que piensan, que sólo con un buen salario y otras compensaciones económicas, pueden mantener comprometido e implicado a su equipo humano, pero no existe nada más lejos de la verdad.

Las compensaciones económicas son MUY IMPORTANTES, porque de hecho, es la recompensa más tangible que un colaborador "percibe" por su trabajo y esfuerzo. Esto es innegable. Sin embargo, si no existe un entorno donde el empleado (al cual recomiendo comiences a calificar como socio o colaborador) perciba que crece, tanto en lo personal como en lo profesional; donde sienta que contribuye; donde experimente que lo que hace es bueno para él y para otros; donde se comparta una Visión Comercial única, coherente y estimulante; donde se sienta parte de un grupo que le aprecia y respeta, el dinero NO solucionará nada, sólo será un parche; y mientras más dinero, más grande será el parche, pero éste NUNCA será la solución más auténtica, duradera y conveniente para un pequeño empresario.

Reflexiona: si el dinero es la única razón que retiene a un colaborador en tu empresa y éste siente que su salario es lo único por lo que vale la pena levantarse todos los días para ir trabajar, NO EXISTE COMPROMISO.

Si el dinero es el único motivador de un empleado (colaborador), éste siempre estará buscando, quizás con más o menos determinación, pero siempre estará buscando, mejores ofertas económicas y cuando las encuentre, se va sin pensarlo, porque tendrá una razón más poderosa... MÁS DINERO.

El empresario que no se percata de esto, entra, muchas veces sin quererlo y sin saberlo, en una desgastante carrera para intentar implicar, comprometer y fidelizar a su equipo, basándose sólo en el precio (en el dinero).

Esta actitud es equivalente, en marketing, a competir por precio, en lugar de hacerlo por diferenciación. Es exactamente la misma carrera, el mismo juego, que muchas veces, en ambos casos (en la comercialización de productos y/o servicios, o en la fidelización de colaboradores) no lleva a ningún sitio.

Es como la rata que corre dentro de una rueda, que por más rápido que corra, nunca saldrá del mismo lugar; nunca experimentará "avances reales". Es básicamente el mismo principio: si centras SÓLO EN EL DINERO, la implicación y fidelización de tu equipo humano, los retendrás por un tiempo, hasta que alguna otra empresa les ofrezca más, para lo cual, si quieres continuar reteniéndolos como colaboradores, tendrás que "SUBIR TU APUESTA", y así sucesivamente hasta que, por lo general, no puedes pagar más.

Pero también está el caso de muchos empresarios que no entran en ese juego y dicen algo así... "si se quieren ir por dinero, pues que se vayan, YO NO VOY A PAGAR MÁS; no entraré en ese juego".

Sin embargo, también en estos casos, aunque mucho más rápido y sin invertir más dinero, por lo general el empresario "deja marchar" a colaboradores que son, o podrían ser muy valiosos, ya que tampoco se esfuerzan por desarrollar una filosofía de trabajo interna en la que se vea fortalecida la implicación del equipo.
Una filosofía, una manera de ser y de proceder dentro de la empresa, que ofrezca oportunidades de hacer carrera, de crecer, de contribuir, de divertirse, de asumir responsabilidades, de dar rienda suelta a la creatividad, etc...
Una filosofía con la que el equipo se sienta IDENTIFICADO. ... Y serán esta filosofía, junto al buen ambiente de trabajo que emana de ella y una equilibrada, justa y motivante compensación económica, las que fortalezcan, EN LA MENTE DEL COLABORADOR, la sensación de compromiso e implicación para con la empresa.

Resumiéndolo en otras palabras y volviendo a la comparación con el Marketing: debes intentar, como empresario, director o líder de tu pequeña empresa, CREAR UNA FILOSOFÍA QUE HAGA AGRADABLE Y EDIFICANTE el hecho de trabajar en tu empresa, y además, debes lograr POSICIONAR ESA FILOSOFÍA en la mente de tus colaboradores, lo cual se logra, como en el marketing, con acciones constantes, coherentes y enfocadas con esa filosofía.

Nadie tiene todas las respuestas, ni tampoco creo que exista un método único que explique exactamente como fidelizar un equipo humano, y que sea válido para todo tipo de empresas y organizaciones, pero de lo que si estoy convencido, es que un equipo de trabajo eficaz y auténticamente comprometido, no se construye sólo sobre bases económicas.

Probablemente existan varias técnicas y estrategias para comprometer a un equipo de trabajo, una más efectivas que otras, pero desde mi particular punto de vista, creo que una manera auténtica, eficaz y duradera para conseguirlo, es IMPLICANDO a todo el equipo y alentando la PARTICIPACIÓN en las diferentes áreas de la empresa.

Cuando no se tiene en cuenta al equipo, cuando no se le da participación y se le implica en las diferentes, decisiones, funciones y procesos, cuando no se les cede poder y responsabilidad, el compromiso es ficticio. Debes hacer que tu equipo, en su conjunto, se comprometa con una causa, con una Misión y Visión empresarial, y tambi)n, por otra parte, debes intentar, cada día, que cada integrante del equipo encuentre un sentido, tanto personal, como profesional, a su desempeño diario, independientemente del dinero que pueda reportarle su cargo o puesto de trabajo.

Te recomiendo que pinches aquí y veas este tema con más profundidad. Debes preguntarte: si los empresarios que triunfan no compiten por precio, sino por diferenciación, tanto con sus clientes como con sus empleados, ¿cuáles son mis elementos diferenciadores? ¿Qué es lo que mi empresa, mi sector, o simplemente mi personalidad tiene de diferente y como esa diferencia puede afectar positivamente a mi equipo? ¿Qué beneficios, no económicos, aporta o podría aportar mi empresa a sus colaboradores, que otras empresas difícilmente podrían aportar? ¿Realmente hago algo para comprometer a mi equipo? ¿Cómo y qué podría hacer para recrear un entorno más divertido y armonioso? ¿Cómo puedo hacer que mis colaboradores se sientan orgullosos de la empresa a la que dedican más del 50% de su tiempo de vigilia? ¿Qué actividades y acciones debería ejecutar para fortalecer la integración del equipo de trabajo?...

Podrían ser actividades tanto fuera, como dentro de la empresa.
¿Con qué causa podría colaborar mi empresa, y que pueda hacer sentir a mi equipo que es una colaboración de todos? ¿Qué debería hacer, como líder, para siempre reconocer y otorgar importancia y valor a acciones puntuales de mi equipo, o retos y logros individuales? Da igual si tu equipo tiene 2 o 200 personas.

Si estas leyendo este artículo y lideras un equipo humano, deberías dedicar algo de tiempo en contestar y reflexionar sobre estas preguntas, y sobre todo, deberías comprometerte a ejecutar las acciones que se desprendan de sus respuestas.

Reflexiona y pregunta a tu equipo. Estudia a las grandes empresas de tu sector, aunque sea en otros países y descubre, qué es lo que hacen para implicar y motivar a su equipo humano, además del dinero, por supuesto.

Me gustaría recomendarte un libro escrito en un lenguaje muy sencillo, que te dará cientos de ideas en este sentido. Se titula "No Los Despida, Motívelos" de Frank Pacetta. Puedes ver los detallen en Amazon.com

Recuerda: La guerra de los precios, tanto para mantener a un empleado como para competir en el mercado, es muy dura, sobre todo para una Pyme. Debes buscar incansablemente, porque es parte de tu misión, las maneras más efectivas y eficaces de que tu equipo se ENAMORE DE TU EMPRESA.

Autor: Lanzate ya

http://www.lanzateya.com/article.php?At=24

lunes, 4 de junio de 2012

Los primeros días en el trabajo

Cuando nos proponemos cambiar de empleo, se presentan muchas dudas y miedos, ya que no sólo se trata de hacernos con el trabajo y desenvolvernos bien, sino que también se trata de incorporarnos a un grupo social y laboral lleno de trapicheos, malas relaciones, altibajos de producción, etc.

Evidentemente, en ninguna entrevista de trabajo nos van a contar si el jefe se acuesta con la secretaria o si Pepito se lleva mal con Juanito, todos estos temas aparecerán en poco tiempo y tendremos que posicionarnos sobre la aptitud a seguir.

A todo esto uniremos nuestros propios miedos a lo desconocido. Podemos estar muy seguros de nuestras habilidades laborales, pero no deja de crearnos incertidumbre cualquier cambio. Dependerá de nuestro nivel de valoración y autoestima que estos cambios los llevemos mejor o peor. No cabe duda que no sabremos cuales serán las consecuencias de nuestros comportamientos y por ello tendremos que ir con pies de plomo al principio.


Lo mejor será adaptarnos lo antes posible a las costumbres de los demás, averigua cual es el horario de tomar café, de salir a comer, de las reuniones, etc. Así estarás preparada y no dejarás cosas a medias ni estropearás tu planning de trabajo.

Los primeros días:El primer día dedícate a hacer preguntas superficiales sobre horarios, costumbres, etc. Así resultarás más accesible y te comunicarás con compañeros desde el principio, si dejas a alguno de lado, luego te será más difícil de incorporar. No esperes a que los demás hablen contigo porque tal vez estén ocupados y no te presten atención. Preséntate sin ocuparles mucho tiempo, ya tendréis momentos de relax para conoceros mejor.

Sabes que los primeros días estarás en el punto de mira de tus superiores a los cuales deberás demostrar todas tus cualidades en el trabajo. Actúa con decisión pero no sobreestimándote, si no sabes algo, dilo claramente, no intentes ser la superwoman para luego meter la pata, darás la impresión de que mantienes apariencias pero que no tienes ni idea. Es mucho mejor para ti que plantees a tus jefes tus dudas e inquietudes. Si necesitas algún material o alguna información que te falta. Igualmente puedes encontrarte que te hagas enseguida con el trabajo y que pases tiempo parada, también tendrás que comentarlo para que vean en ti iniciativa y ganas de trabajar.

También serás el punto de mira de envidias o de otras personas que quisieran tu puesto, tu no eres culpable de nada, con lo cual intenta eludir recriminaciones, insinuaciones, trampas, etc. Si te crean problemas no dudes en hablar con ellos lo antes posible para que no vaya a más, te pueden hacer la vida imposible así es que sienta las bases desde el principio.

Antes de entrar en la empresa
Antes de incorporarte sería útil que consiguieras información sobre la empresa a la que te incorporas, posibilidades de promoción, ritmo de trabajo y de producción, etc, así estarás más receptiva en las primeras explicaciones y darás impresión de que sabes de que te hablan.
No siempre podrás conseguir esta información antes de entrar, por eso otra opción es preguntar en los primeros días a compañeros que te puedan informar de las últimas novedades o del funcionamiento.

¿Qué harás ante un cotilleo?
Es muy importante que tengas en cuenta cual va a ser tu aptitud a seguir ante cotilleos, críticas de otros compañeros, mobbing hacia alguno de ellos, etc. Recuerda que tú acabas de incorporarte y no te interesa para nada enemistarte con nadie. No debes unirte al grupo mayor porque tenga más fuerza, ni ser defensora del más débil, sobre todo en un principio, cuando todavía no conoces a nadie. Sabes que hay personas que trabajan como líderes y que intentarán llevarte a su terreno.

Tu debes ser más lista y mantenerte neutral. Ante críticas e insinuaciones. Sólo escucha pero no te decantes, todavía no tienes información para opinar y eso es lo que les dirás a los demás. Lo mismo ocurre con el jefe malo o bueno, tampoco tienes ni idea así es que, mantente aparte. Si consigues sentar un precedente de que no te gusta entrar en esas cosas, todos te respetarán y conseguirás comunicarte con todos por igual. Más adelante, si algo tienen que ver contigo directamente, entonces te pondrás en marcha, mientras tanto no tienes porqué entrar en guerras que no te pertenecen. Lo mismo ocurre en las reuniones que se produzcan en los primeros días, todavía no sabes muy bien el funcionamiento, con lo cual lo mejor será tomar nota e ir cogiendo información de todos lados, pronto podrás decantarte por una opción y defenderla en las reuniones, pero al principio no lo hagas, aunque sea lo que tu compañero te diga.

Comunícate con tranquilidad y aprende a escuchar a los demás, no dejes que tu nerviosismo inicial te convierta en una charlatana o en una persona pasiva que no abre la boca
Muéstrate muy activa y responsable

La mejor forma de involucrarte con compañeros será interesarte por sus proyectos o por el trabajo que realizan, igualmente pon en conocimiento de tus superiores las ganas que tienes de aprender y de colaborar en nuevos proyectos, cuanto antes conozcas la dinámica del departamento mucho mejor.
Si te encuentras en un puesto que no te satisface porque crees que puedes desenvolver otras tareas, hazselo saber e intenta asimilar nuevos trabajos afines al central. No permitas que te vean parada o aburrida, tienes que ser tú la que proponga cambios y cosas nuevas para mejorar.

Si te faltan medios para desempeñar tu trabajo plantéalo a los demás, puede que tu perfeccionismo te incite a hacer las cosas mejor de lo que esperan. Tal vez nunca utilizaron otro método o no necesiten más material. Tendrás que pedirlo cuando lo creas necesario, pero también adaptarte a su forma de trabajar. Puede que tú lo hicieras mejor de otro modo, pero si así lo consideran correcto entonces tendrás que aceptarlo. Aprovecha los descansos de comida o café para contar cosas de ti y para conocer cosas de los demás. Posiblemente compartas con algún compañero hobbies o cualquier otra cosa: estas personas serán las candidatas para ser futuros amigos dentro del trabajo.

Comunícate con tranquilidad y aprende a escuchar a los demás, no dejes que tu nerviosismo inicial te convierta en una charlatana o en una pasiva que no abre la boca. Busca el término medio y conseguirás una conversación animada. También puedes plantear quedar fuera del trabajo para tomar algo y conoceros mejor, aunque para esto necesitarás más días, es muy probable que todos salgan despavoridos a la hora de la salida en dirección a casa, a comprar, al gimnasio, etc. Ten paciencia pronto estarás adaptada y será una más.

Autor: Terra