lunes, 4 de junio de 2012

Los primeros días en el trabajo

Cuando nos proponemos cambiar de empleo, se presentan muchas dudas y miedos, ya que no sólo se trata de hacernos con el trabajo y desenvolvernos bien, sino que también se trata de incorporarnos a un grupo social y laboral lleno de trapicheos, malas relaciones, altibajos de producción, etc.

Evidentemente, en ninguna entrevista de trabajo nos van a contar si el jefe se acuesta con la secretaria o si Pepito se lleva mal con Juanito, todos estos temas aparecerán en poco tiempo y tendremos que posicionarnos sobre la aptitud a seguir.

A todo esto uniremos nuestros propios miedos a lo desconocido. Podemos estar muy seguros de nuestras habilidades laborales, pero no deja de crearnos incertidumbre cualquier cambio. Dependerá de nuestro nivel de valoración y autoestima que estos cambios los llevemos mejor o peor. No cabe duda que no sabremos cuales serán las consecuencias de nuestros comportamientos y por ello tendremos que ir con pies de plomo al principio.


Lo mejor será adaptarnos lo antes posible a las costumbres de los demás, averigua cual es el horario de tomar café, de salir a comer, de las reuniones, etc. Así estarás preparada y no dejarás cosas a medias ni estropearás tu planning de trabajo.

Los primeros días:El primer día dedícate a hacer preguntas superficiales sobre horarios, costumbres, etc. Así resultarás más accesible y te comunicarás con compañeros desde el principio, si dejas a alguno de lado, luego te será más difícil de incorporar. No esperes a que los demás hablen contigo porque tal vez estén ocupados y no te presten atención. Preséntate sin ocuparles mucho tiempo, ya tendréis momentos de relax para conoceros mejor.

Sabes que los primeros días estarás en el punto de mira de tus superiores a los cuales deberás demostrar todas tus cualidades en el trabajo. Actúa con decisión pero no sobreestimándote, si no sabes algo, dilo claramente, no intentes ser la superwoman para luego meter la pata, darás la impresión de que mantienes apariencias pero que no tienes ni idea. Es mucho mejor para ti que plantees a tus jefes tus dudas e inquietudes. Si necesitas algún material o alguna información que te falta. Igualmente puedes encontrarte que te hagas enseguida con el trabajo y que pases tiempo parada, también tendrás que comentarlo para que vean en ti iniciativa y ganas de trabajar.

También serás el punto de mira de envidias o de otras personas que quisieran tu puesto, tu no eres culpable de nada, con lo cual intenta eludir recriminaciones, insinuaciones, trampas, etc. Si te crean problemas no dudes en hablar con ellos lo antes posible para que no vaya a más, te pueden hacer la vida imposible así es que sienta las bases desde el principio.

Antes de entrar en la empresa
Antes de incorporarte sería útil que consiguieras información sobre la empresa a la que te incorporas, posibilidades de promoción, ritmo de trabajo y de producción, etc, así estarás más receptiva en las primeras explicaciones y darás impresión de que sabes de que te hablan.
No siempre podrás conseguir esta información antes de entrar, por eso otra opción es preguntar en los primeros días a compañeros que te puedan informar de las últimas novedades o del funcionamiento.

¿Qué harás ante un cotilleo?
Es muy importante que tengas en cuenta cual va a ser tu aptitud a seguir ante cotilleos, críticas de otros compañeros, mobbing hacia alguno de ellos, etc. Recuerda que tú acabas de incorporarte y no te interesa para nada enemistarte con nadie. No debes unirte al grupo mayor porque tenga más fuerza, ni ser defensora del más débil, sobre todo en un principio, cuando todavía no conoces a nadie. Sabes que hay personas que trabajan como líderes y que intentarán llevarte a su terreno.

Tu debes ser más lista y mantenerte neutral. Ante críticas e insinuaciones. Sólo escucha pero no te decantes, todavía no tienes información para opinar y eso es lo que les dirás a los demás. Lo mismo ocurre con el jefe malo o bueno, tampoco tienes ni idea así es que, mantente aparte. Si consigues sentar un precedente de que no te gusta entrar en esas cosas, todos te respetarán y conseguirás comunicarte con todos por igual. Más adelante, si algo tienen que ver contigo directamente, entonces te pondrás en marcha, mientras tanto no tienes porqué entrar en guerras que no te pertenecen. Lo mismo ocurre en las reuniones que se produzcan en los primeros días, todavía no sabes muy bien el funcionamiento, con lo cual lo mejor será tomar nota e ir cogiendo información de todos lados, pronto podrás decantarte por una opción y defenderla en las reuniones, pero al principio no lo hagas, aunque sea lo que tu compañero te diga.

Comunícate con tranquilidad y aprende a escuchar a los demás, no dejes que tu nerviosismo inicial te convierta en una charlatana o en una persona pasiva que no abre la boca
Muéstrate muy activa y responsable

La mejor forma de involucrarte con compañeros será interesarte por sus proyectos o por el trabajo que realizan, igualmente pon en conocimiento de tus superiores las ganas que tienes de aprender y de colaborar en nuevos proyectos, cuanto antes conozcas la dinámica del departamento mucho mejor.
Si te encuentras en un puesto que no te satisface porque crees que puedes desenvolver otras tareas, hazselo saber e intenta asimilar nuevos trabajos afines al central. No permitas que te vean parada o aburrida, tienes que ser tú la que proponga cambios y cosas nuevas para mejorar.

Si te faltan medios para desempeñar tu trabajo plantéalo a los demás, puede que tu perfeccionismo te incite a hacer las cosas mejor de lo que esperan. Tal vez nunca utilizaron otro método o no necesiten más material. Tendrás que pedirlo cuando lo creas necesario, pero también adaptarte a su forma de trabajar. Puede que tú lo hicieras mejor de otro modo, pero si así lo consideran correcto entonces tendrás que aceptarlo. Aprovecha los descansos de comida o café para contar cosas de ti y para conocer cosas de los demás. Posiblemente compartas con algún compañero hobbies o cualquier otra cosa: estas personas serán las candidatas para ser futuros amigos dentro del trabajo.

Comunícate con tranquilidad y aprende a escuchar a los demás, no dejes que tu nerviosismo inicial te convierta en una charlatana o en una pasiva que no abre la boca. Busca el término medio y conseguirás una conversación animada. También puedes plantear quedar fuera del trabajo para tomar algo y conoceros mejor, aunque para esto necesitarás más días, es muy probable que todos salgan despavoridos a la hora de la salida en dirección a casa, a comprar, al gimnasio, etc. Ten paciencia pronto estarás adaptada y será una más.

Autor: Terra

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