Evidentemente, en ninguna entrevista de trabajo nos van a contar si el jefe se acuesta con la secretaria o si Pepito se lleva mal con Juanito, todos estos temas aparecerán en poco tiempo y tendremos que posicionarnos sobre la aptitud a seguir.
A todo esto uniremos nuestros propios miedos a lo desconocido. Podemos estar
muy seguros de nuestras habilidades laborales, pero no deja de crearnos
incertidumbre cualquier cambio. Dependerá de nuestro nivel de valoración y
autoestima que estos cambios los llevemos mejor o peor. No cabe duda que no
sabremos cuales serán las consecuencias de nuestros comportamientos y por ello
tendremos que ir con pies de plomo al principio.
Los primeros días:El primer día dedícate a hacer preguntas superficiales sobre horarios, costumbres, etc. Así resultarás más accesible y te comunicarás con compañeros desde el principio, si dejas a alguno de lado, luego te será más difícil de incorporar. No esperes a que los demás hablen contigo porque tal vez estén ocupados y no te presten atención. Preséntate sin ocuparles mucho tiempo, ya tendréis momentos de relax para conoceros mejor.
Sabes que los primeros días estarás en el punto de mira de tus superiores a
los cuales deberás demostrar todas tus cualidades en el trabajo. Actúa con
decisión pero no sobreestimándote, si no sabes algo, dilo claramente, no
intentes ser la superwoman para luego meter la pata, darás la impresión de que
mantienes apariencias pero que no tienes ni idea. Es mucho mejor para ti que
plantees a tus jefes tus dudas e inquietudes. Si necesitas algún material o
alguna información que te falta. Igualmente puedes encontrarte que te hagas
enseguida con el trabajo y que pases tiempo parada, también tendrás que
comentarlo para que vean en ti iniciativa y ganas de trabajar.
También serás el punto de mira de envidias o de otras personas que quisieran
tu puesto, tu no eres culpable de nada, con lo cual intenta eludir
recriminaciones, insinuaciones, trampas, etc. Si te crean problemas no dudes en
hablar con ellos lo antes posible para que no vaya a más, te pueden hacer la
vida imposible así es que sienta las bases desde el principio.
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Es muy importante que tengas en cuenta cual
va a ser tu aptitud a seguir ante cotilleos, críticas de otros compañeros,
mobbing hacia alguno de ellos, etc. Recuerda que tú acabas de incorporarte y no
te interesa para nada enemistarte con nadie. No debes unirte al grupo mayor
porque tenga más fuerza, ni ser defensora del más débil, sobre todo en un
principio, cuando todavía no conoces a nadie. Sabes que hay personas que
trabajan como líderes y que intentarán llevarte a su terreno.
Tu debes ser más lista y mantenerte neutral. Ante críticas e insinuaciones.
Sólo escucha pero no te decantes, todavía no tienes información para opinar y
eso es lo que les dirás a los demás. Lo mismo ocurre con el jefe malo o bueno,
tampoco tienes ni idea así es que, mantente aparte. Si consigues sentar un
precedente de que no te gusta entrar en esas cosas, todos te respetarán y
conseguirás comunicarte con todos por igual. Más adelante, si algo tienen que
ver contigo directamente, entonces te pondrás en marcha, mientras tanto no
tienes porqué entrar en guerras que no te pertenecen. Lo mismo ocurre en las
reuniones que se produzcan en los primeros días, todavía no sabes muy bien el
funcionamiento, con lo cual lo mejor será tomar nota e ir cogiendo información
de todos lados, pronto podrás decantarte por una opción y defenderla en las
reuniones, pero al principio no lo hagas, aunque sea lo que tu compañero te
diga.
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La mejor forma de involucrarte con compañeros será interesarte por sus proyectos o por el trabajo que realizan, igualmente pon en conocimiento de tus superiores las ganas que tienes de aprender y de colaborar en nuevos proyectos, cuanto antes conozcas la dinámica del departamento mucho mejor.
Si te encuentras en un puesto que no te satisface porque crees que puedes
desenvolver otras tareas, hazselo saber e intenta asimilar nuevos trabajos
afines al central. No permitas que te vean parada o aburrida, tienes que ser tú
la que proponga cambios y cosas nuevas para mejorar.
Si te faltan medios para desempeñar tu trabajo plantéalo a los demás, puede
que tu perfeccionismo te incite a hacer las cosas mejor de lo que esperan. Tal
vez nunca utilizaron otro método o no necesiten más material. Tendrás que
pedirlo cuando lo creas necesario, pero también adaptarte a su forma de
trabajar. Puede que tú lo hicieras mejor de otro modo, pero si así lo consideran
correcto entonces tendrás que aceptarlo. Aprovecha los descansos de comida o
café para contar cosas de ti y para conocer cosas de los demás. Posiblemente
compartas con algún compañero hobbies o cualquier otra cosa: estas personas
serán las candidatas para ser futuros amigos dentro del trabajo.
Comunícate con tranquilidad y aprende a escuchar a los demás, no dejes que tu
nerviosismo inicial te convierta en una charlatana o en una pasiva que no abre
la boca. Busca el término medio y conseguirás una conversación animada. También
puedes plantear quedar fuera del trabajo para tomar algo y conoceros mejor,
aunque para esto necesitarás más días, es muy probable que todos salgan
despavoridos a la hora de la salida en dirección a casa, a comprar, al gimnasio,
etc. Ten paciencia pronto estarás adaptada y será una más.
Autor: Terra
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