A lo largo de este año se dieron una serie de
acontecimientos que tuvieron un impacto directo en mi estado de ánimo. Esto
hizo que cuestionara entre otras cosas, la principal actividad a la cual me
dedico. El Coaching y la Formación Empresarial.
Por un momento olvidé la razón por la cual había elegido
este camino y empecé a dudar sobre si era el correcto. En otras palabras,
empezó a perder sentido para mí. Esto afecto no sólo la calidad de mi trabajo,
afectó también la calidad de mis relaciones, por lo cual fue necesario
replantear la situación, tomar una posición y seguir adelante.
Recordé entonces una época en mi vida, mi adolescencia, en
la cual no tenía un rumbo definido, y cada cosa que hacía o emprendía parecía
estar destinada al fracaso. En aquel entonces mi vida giraba sobre dos grandes
preguntas:
1. ¿Cuál es mi misión en esta vida? (no comprendía la razón
de mi nacimiento)
2. ¿Por qué el mundo funciona así? (de un modo “injusto”)
Así es, la vida entonces no tenía mucho sentido. Día a día
veía y escuchaba cosas que me hacían creer que era injusta. Encontraba muchas
diferencias entre las personas que no lograba comprender. Pero lo peor era que
no sabía qué camino debía seguir. No sabía qué hacer con mi vida.
Recuerdo que en aquella época esperaba algún tipo de mensaje
divino, en el cual me brinden todas las respuestas. Pero no se dio, al menos,
no del modo en el que yo lo esperaba.
Me tomó un buen tiempo encontrar las respuestas a estas
preguntas, pero el hacerlo representó un primer gran paso para que la vida
tomara sentido. En este último tiempo, recordar estas respuestas me ayudaron a
recordar la razón por la cual hago las cosas. Quiero compartirlas contigo.
No puedo afirmar estas respuestas representan a “la verdad
de la vida” o “la única verdad”, creo que es deber de cada uno encontrar sus
propias respuestas. Pero confío en que puedan ayudarte en tu propia búsqueda.
1.- ¿Cuál es mi misión en este mundo?
Mi misión en este mundo es LA QUE YO ELIJA que sea. Puede
ser cualquiera, aquella con la que me sienta cómodo, a gusto y me permita ser
feliz. Una buena misión es aquella que saque lo mejor de ti, aquella que te
permita agregar valor a tu vida y a la de los demás. Algo que me liberó mucho fue entender que no
existe un único camino, por consiguiente son muchas las actividades en las que
puedes brillar, tienes la posibilidad de elegir, e incluso cambiar de opinión.
Una sugerencia es eliminar los “debo” en la vida y cambiarlos por “puedo”.
2.- ¿Por qué el mundo funciona así? (tan injustamente)
El mundo funcionaba "así",
"injustamente" porque era en lo que centraba mi atención ... era lo
que elegía ver cada día ... Ahora creo que el mundo es completamente justo y
provee de todas las oportunidades que necesitamos o deseamos para vivir en
plenitud. Ahora elijo ver cosas por las cuales agradecer a la vida. Disfruto
por ejemplo cuando veo en “hora punta” cuando algún conductor da el pase a
otro, o cuando algún joven ofrece ayuda
a una persona mayor para cruzar una avenida, o también cuando veo que
las personas se organizan y colaboran entusiastamente para ayudar a causas que
no le son directas. En mi mismo club rotario, veo personas que trabajan
desinteresadamente por los demás. Disfruto de encontrar tantas diferencias
entre las personas, pues me brinda la oportunidad de ampliar mi perspectiva y
de construir cosas nuevas y mejores como consecuencia de la sinergia.
Recordar estas respuestas me ayudaron y me ayudan cada vez
que tengo dudas, pues me hicieron notar que estaba empezando a centrar mi
atención en las cosas negativas, en los “contras” y no en los “pros”. Mi
trabajo estaba perdiendo su “espíritu” y con eso promovía un círculo vicioso
que me llevaba hacia la desmotivación y al desgano.
La vida realmente puede ser maravillosa, pero depende de
nosotros verla de ese modo. Centra tu atención en lo positivo, en lo bueno, en
lo maravilloso y lo encontrarás. Te invito a que lo hagas.
Marcel Verand
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